Dios a nadie le da permiso de pecar. Domingo 16 de Febrero de 2014
Reflexión dominical del Padre Pistolas
Dios a nadie le da permiso de pecar
Domingo 16 de Febrero de 2014
Prensa Libre. Lunes 17 de Febrero de 2014. Página 3
En San Mateo, Cristo nos prohíbe 4 cosas:
1ª.- “El homicidio”, sólo Dios es el dueño de la vida, ni siquiera el Poder Judicial puede quitar la vida, quien quita la vida a un prójimo es un enfermo mental y comete uno de los pecados más graves, sólo se permite en defensa propia y Cristo no se valió de ese derecho, prefirió el martirio y no sólo eso, no quiere que nos enojemos.
2ª.- “El adulterio”, quien lo comete, comete también otro gran pecado, es causa de muchas separaciones matrimoniales, por eso se debe pensar antes de casarse, ni siquiera que veamos a las mujeres con malos ojos quiere Cristo.
3ª.- “El divorcio”, nadie puede divorciarse, aunque en el civil y en las iglesias protestantes sí se permita, cuando se divorcian quienes más sufren son los hijos, por el contrario hay que vivir el amor, el respeto y la ayuda mutua, Dios a nadie le ha dado permiso de pecar.
4ª.- “El falso juramento”, aunque mucha gente se raja de lo que promete y firma, en el catolicismo, debe sostenerse en lo que promete, no es necesario el juramento, debe tenerse confianza.
– El católico no sólo debe obedecer la ley sino que va más allá, amar y perdonar.
– Hagan bien a los amigos y enemigos porque así conocerán a los primeros y atraerán a los segundos.
– No hemos nacido nada más para nosotros.
– Nada es difícil para el que ama.
– Sé amable para ser amado.
– Lo que amas sobrevivirá, lo demás se convertirá en cenizas.
– Todo obedece al amor, ama, lo demás no importa.
– El diezmo es obligatorio, $200.00 doscientos pesos anuales por lo menos, los fariseos pagaban el diezmo hasta de la sal y el comino pero cometían muchas injusticias.
– La sabiduría humana según San Pablo llevó a martirizar a Cristo, la sabiduría divina consiste en amar, perdonar, socorrer y dar.
– Dios nos pide la vida plena, la entrega generosa más allá de la ley, el premio será inimaginable en la gloria.
– No le hagas caso señor Obispo a ese Padre barbero, ayer decía: Mañana va a venir ese viejo, pelón y dinerero.
– No gana uno para vergüenzas con ese Pistolas, contestó el padrecito.
Que Dios los bendiga.