Fusilamiento y muerte de Morelos en San Cristóbal Ecapetec

Sentimientos de la Nación, 1813 Constitución de Apatzingán, 1814 Estado de Morelos, 1869

 

Memoria histórica de aporte al presente

y de proyección al óptimo porvenir de México

 

Hermanamiento José María Morelos y Pavón

Asociación de Prensa y Fotógrafos de Jacona, A. C., APREFOJAC – Asociación de Periodistas y Comunicadores de Morelos, APECOMOR

 

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Fusilamiento y muerte de Morelos en San Cristóbal Ecapetec

 

Eduardo Garibay Mares

Prensa Libre

Jacona, Michoacán. Número 870. Lunes 23 de diciembre de 2013

Página 2

 

Héroe patrio de inmortal memoria, en el marco del 198 aniversario luctuoso cumplido en este 2013, al recordar aquél día en que el insigne Morelos unió, en su trance de agonía, los óleos de la muerte y el laurel de la gloria patria, honor obliga proseguir el objetivo de lograr la realización plena de la tarea pendiente de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, federales y estatales, así como los gobiernos municipales, en cuanto a cumplir y hacer cumplir preceptos para buen gobierno del Estado nacional, y las garantías individuales y derechos humanos que a favor de la población mexicana proclamó Morelos en Sentimientos de la Nación, el día 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo. Objetivos de Sentimientos de la Nación consagrados en bien de la patria, que deben cumplirse a cabalidad en bien de la vida del país y su gente.

Fusilamiento y muerte

Acribillado por el pelotón de fusilamiento del ejército virreinal, José María Morelos y Pavón murió a las tres de la tarde del 22 de diciembre de 1815, en San Cristóbal Ecatepec, en donde tras ser inquisitorialmente enjuiciado había sido encarcelado la madrugada de ese día en la Casa de los Virreyes, para ser ejecutado de inmediato por soldados de la tropa al mando del teniente coronel Manuel de la Concha.

Morelia por Morelos

Nacido José María Morelos y Pavón en la ciudad de Valladolid, en la Nueva España, el 30 de septiembre de 1765, hijo de Juana Pavón y Manuel Morelos, por su ser y quehacer como generalísimo del Ejército independentista mexicano, la ciudad que lo vio nacer honra su memoria desde el 12 de septiembre de 1828, cuando el Congreso de Michoacán decretó suprimir el nombre de Valladolid, para nombrarla Morelia.

 

 

Oda a Morelos (Fragmentos)

 

Eduardo Garibay Mares

Prensa Libre

Jacona, Michoacán. Número 870. Lunes 23 de diciembre de 2013

Página 2

 

Fue el 1765,

año de prez que a México dio gloria,

y el 30 de septiembre es aquel día,

que Michoacán celebra en su memoria.

Y fue Valladolid, ilustre cuna,

tierra que vio nacer al que fue el hombre,

quien por la libertad cambió su vida,

y en recuerdo de él, tomó su nombre.

Página de dolor en nuestra historia,

de luto nacional, en que se escribe,

cuando murió quien nos cubrió de gloria,

aunque en el corazón de todos, vive.

El mes, diciembre, 22 el día,

de 1815 el año en que él,

en San Cristóbal de Ecatepec unió,

en su trance, los óleos y el laurel.

Estadista, humano, extraordinario,

triunfador, sabio y sin igual guerrero,

de todos los caudillos insurgentes,

Morelos, grande, entre los valientes,

eres para nosotros, el primero.

 

 

Virgen de Guadalupe, emblema patrio y veneración mexicana

 

Eduardo Garibay Mares

Prensa Libre

Jacona, Michoacán. Número 870. Lunes 23 de diciembre de 2013

Página 2

 

Emblema patrio excelso y sin par en la cimentación del México independiente, en el Museo de Historia de Chapultepec del Distrito Federal se resguarda el estandarte de la imagen de la Virgen de Guadalupe, con la que Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga abanderó la insurgencia por la libertad y la igualdad, cuando tras dar el grito de sublevación contra el abusivo imperialismo español en su curato de Dolores, al amanecer del 16 de septiembre de 1810, al llegar con su contingente al templo de Atotonilco tomó de ahí la insignia guadalupana.

Bandera insurgente, por Hidalgo

Estandarte tremolado desde el inicio de la lucha iniciada insurgente por Hidalgo, y culminada independentista por José María Morelos y Pavón, quien con Sentimientos de la Nación, del 13 de septiembre de 1813 y con la Constitución de Apatzingán, del 22 de octubre de 1814, cimentó la patria libre de la opresión de casi trescientos años de dominio imperialista español, el cual incrementaba su voracidad en perjuicio de la mayoritaria población nativa de la patria, que por ello se sumó de inicio a la insurgencia con Hidalgo y prosiguió crecientemente integrada con Morelos en la lucha por la independencia de México.

Encuentro de Hidalgo y Morelos

Luego de tomar Hidalgo el 17 de octubre de 1810 la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, Morelos, cura de Nocupétaro y Carácuaro, lo alcanzó el siguiente día 20 en Charo e Indaparapeo, donde Hidalgo lo nombró lugarteniente y le encomendó crear un ejército, avanzar militarmente, propagar las ideas independentistas al sur del país, y tomar el puerto de Acapulco.

Devoción guadalupana independentista, por Morelos

Consumada la independencia de México el 27 de septiembre de 1821 y firmada el acta el siguiente día 28, durante aquellos once anos en que Hidalgo falleció el 30 de julio de 1811 y Morelos el 22 de diciembre de 1815,  miles y miles ofrendaron su vida a fin de ver brillar un día, sobre la patria, la luz de la libertad, al amparo del la Santísima Virgen María de Guadalupe, veneración por la que Morelos, guía de la independencia patria y precursor del sistema republicano, el 19 de agosto de 1812 propuso en Zitácuaro portar asimismo la bandera con los colores azul y blanco, con el escudo de la capital de la nación, la ciudad de México, en el centro: Sí, un águila sobre un nopal, puesta sobre un puente de tres arcos, y cada uno de ellos las respectivas letras de las siglas de la alabanza “Viva la Virgen María”.

Del ayate indígena al estandarte patrio

Imagen que el martes 12 de diciembre de 1531 desplegó Juan Diego, plasmada milagrosamente por la Virgen de Guadalupe en su ayate, al mostrarle al obispo fray Juan de Zumárraga las rosas que por indicación de la Virgen le llevaba como prueba de su mensaje: la portentosa imagen de revelación divina encomendada a la nación mexicana en el ayate, útil herramienta de trabajo para cargar objetos, hecha de tosco tejido de fibras de maguey, el cual se portaba también como gabán o capa.

Virgen de Guadalupe que es testimonio religioso de un milagro en el ayate de Juan Diego, e igual se constituyó en estandarte nacional, al ser tomado de la sacristía del templo de Atotonilco un estandarte con la gloriosa imagen, para entregarla al pueblo insurrecto como bandera, cuando Hidalgo se dirigió a la multitud diciendo ¡Viva la virgen de Guadalupe! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!

Fundado el Museo Nacional de Artillería hacia 1895, el histórico distintivo guadalupano tomado por Hidalgo en Atotonilco fue ahí autentificado y resguardado, hasta que al suprimirse dicho museo la imagen pasó al Museo Nacional y finalmente al Museo de Historia de Chapulpetec.

Perenne sincronía Guadalupe-México

Maravilla cultural de la nueva fe en este continente, sustentada en la Iglesia católica, la simbología contenida en la imagen de la Virgen de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de las Américas, la convierten en un códice de representación divina, donde cada detalle de color y de forma es portador de un mensaje tanto teológico, como de reivindicación y equidad de los derechos de indígenas, mestizos y criollos.

Una imagen sagrada de la Santísima Virgen María, con rostro de joven mestiza, que por la independencia se constituyó en símbolo de unión nacional.

Eduardo Garibay Mares

 

 

Crónica de Morelos. Diciembre

 

Eduardo Garibay Mares

Prensa Libre

Jacona, Michoacán. Número 870. Lunes 23 de diciembre de 2013

Página 2

 

Día 16, 1811: Tras vencer bélicamente y aniquilar a las fuerzas virreinales de los militares españoles Paris, Cosío y Fuentes, dominando así casi todo el territorio del actual estado de Guerrero, y conseguir formar un ejército disciplinado, el Generalísimo Morelos inició la llamada Segunda Campaña Independentista al también unírsele en la lucha el sacerdote Mariano Matamoros, cura de Jantetelco.

Día 22, 1815: Al amanecer, el coronel Concha envió a Morelos en un coche, acompañado por un oficial y el fraile dieguino Salazar, capellán del regimiento, y custodiados por fuerte escolta tomaron el camino del Santuario de Guadalupe, por la actual Calzada de los Misterios. Morelos iba rezando diversas oraciones, en especial los Salmos Penitenciales “Miserere (Ten compasión de mí)” y “De Profundis (A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades)”. Al llegar a la Villa de Guadalupe y detenerse el coche cerca de la Capilla del Pocito, Morelos le comentó al padre Salazar: “Aquí me van a sacar; voy a morir” y, al bajarse del coche, pese a los grilletes se puso de rodillas devotamente ante la Virgen de Guadalupe, aunque por no se ese el lugar designado para su ejecución, de ahí fue llevado al palacio de San Cristóbal Ecatepec, donde fue fusilado horas más tarde, cuando al tañer las campanas de la iglesia del pueblo el toque de las tres de la tarde, igual se escuchó el redoble de los tambores para que la tropa imperialista condujera a Morelos al paredón de fusilamiento, donde una primera y una segunda atronadoras descargas pusieron fin a su existencia.